HMB. CONVÉNCETE DE QUE FUNCIONA. PARTE II

Olimp Sport Nutrition
2018-03-20
HMB. CONVÉNCETE DE QUE FUNCIONA. PARTE II
HMB o ß-hidroxi-β-metilbutirato: desde el punto de vista científico es el producto de transformación del aminoácido de L-leucina que influye en el mantenimiento del equilibrio entre el ritmo de regeneración de proteínas musculares y el ritmo de su degeneración. Para muchos culturistas y levantadores de pesas es una forma eficaz para el crecimiento del peso corporal magro. Aunque las opiniones sobre este producto sean distintas, vale la pena conocer qué dice la ciencia al respecto y convencerse qué se puede obtener gracias a esta sustancia, cómo se la debe suplementar y si está destinado solo a los deportistas.

¿Qué sabemos del HMB?

El ß-hidroxi-β-metilbutirato regula la fisiología de los procesos celulares, dado que participa en la síntesis de colesterol. Éste, a su vez, constituye un 13% de la composición total de las membranas celulares y permite mantener su flujo correcto. El modo de funcionamiento de las membranas celulares depende, de hecho, de la síntesis de colesterol. Incluso el menor daño a las membranas celulares de los músculos conduce a una mayor demanda de colesterol, es decir, de la capa lipídica. El HMB garantiza un nivel adecuado de colesterol a nuestras membranas celulares en los músculos. Teniendo en cuenta el hecho de que al hacer ejercicios o al levantar pesas, nuestros músculos están expuestos a múltiples microlesiones, es bueno pensar en los complementos con HMB que hacen que nuestras células musculares estén protegidas.

 

Los procesos anabólicos y catabólicos que ocurren en nuestro organismo son otra cuestión. Los procesos anabólicos relacionados con la generación de energía de los alimentos que se suministran a nuestro organismo. El catabolismo es una situación en la que nuestro organismo no recibe una cantidad adecuada de los nutrientes y empieza a "quemarse" a sí mismo. Si esta condición dura demasiado, puede ser peligrosa para la salud humana. El HMB protege las células de nuestro organismo contra el proceso catabólico, inhibe la degradación de proteínas, limita la acción de radicales libres y la actividad de enzimas responsables de la muerte controlada de las células. 
Como se ve, el HMB se traduce directamente en los efectos fisiológicos, por ejemplo:

  • es idóneo en los periodos de reducción del peso,
  • mejora las fuerzas en personas de distintos niveles de avance en el entrenamiento,
  • permite el aumento del peso corporal,
  • permite retener una cantidad mucho mayor de músculos,
  • demuestra una actividad anticatabólica.

 

HMB: ¿qué dice la ciencia?

¿Es el HMB un complemento de entrenamiento eficaz? Como resulta, el ß-hidroxi-β-metilbutirato tiene tantos seguidores como adversarios. Se reprocha que los trabajos científicos dedicados al HMB basen sus conclusiones, hipótesis y convencimientos en un grupo de investigación demasiado pequeño. Además, se subraya que la selección de las pruebas físicas también deja mucho que desear. Como ejemplo, se cita aquí el estudio realizado en un grupo de jugadores de rugby que tuvo lugar durante la temporada de competiciones. Como observaron los adversarios, las pruebas físicas se hacían más bien por casualidad y no tenían mucho que ver con la verdadera carga física experimentada por los jugadores durante el partido.

 

Otra cuestión se relacionaba con el hecho de que nadie tenía en cuenta los factores psíquicos que afectaban a los jugadores: motivación, seguridad de sí mismo, estado emocional actual o estatus social. Cada uno de estos factores puede intensificar el trabajo de los músculos.

 

Sin embargo, la situación es diferente en el caso de los estudios en ciclistas. Allí se puede observar una mejora de la condición bajo la influencia del HMB. Los propios deportistas también hablan de su influencia positiva en el organismo.

 

¿Cómo se debe tomar el HMB?

Muchas personas piensan en cómo mejorar el entrenamiento. Para ellos el ß-hidroxi-β-metilbutirato puede resultar el mejor. Los mecanismos de funcionamiento del HMB son bastante fáciles y claros. Sin embargo, surge una pregunta importante: ¿cuál dosis permitida para nuestro organismo? Los investigadores han asumido que 3 gramos del ß-hidroxi-β-metilbutirato es la cantidad exacta  que necesita nuestro organismo. Las dosis menores produjeron efecto alguno, pero lo que resulta interesante, tampoco la administración de complementos a nivel de 6 g consiguió los efectos esperados de crecimiento de la fuerza o masa corporal sin grasa.

 

La idea de ajustar la dosis a las necesidades individuales que los deportistas está basada en el supuesto de que el HMB debe administrarse en una dosis de 38 mg/k de masa corporal sin grasa. También se debe tener en cuenta el nivel de intensidad del proceso catabólico en cada deportista. Sin embargo, es interesante que los culturistas con experiencia que participan en competiciones a nivel global se administran una dosis de 125 mg/k de masa corporal seca. Es una información no oficial y no podrá tratarse como determinante.

 

¿Tendrá consecuencias graves la administración de este complemento? Los estudios realizados en animales alimentados con HMB en una dosis de 5 g/kg de masa corporal durante el periodo de 16 semanas no demostraron efecto adverso alguno. Por lo tanto, parece que es un complemento extremadamente seguro. En cuanto a la dosificación en personas, los datos muestran que la dosis de 6 g/día que se administra durante 8 semanas tanto en personas que hacen entrenamientos regulares, como en las que no hacen deporte es completamente segura. No se ha demostrado el aumento de la actividad de las enzimas hepáticas, la alteración en el perfil lipídico de la sangre o en el funcionamiento de los riñones.

 

Para aprovechar el potencial ofrecido por el ß-hidroxi-β-metilbutirato por completo, hay que tener en cuenta el tiempo de su digestión. El HMB se digiere aproximadamente 160 minutos, es decir, durante un tiempo muy corto. Por lo tanto, el HMB debe administrarse varias veces al día, como mínimo 3 veces al día. Nos debería interesar más que la mayor concentración de este producto se encontrase en la sangre en el momento de empezar los ejercicios, entonces el HMB puede proteger plenamente nuestras células musculares. La administración de una dosis de 3 g de HMB permite mantener un alto nivel de concentración durante aproximadamente 60 minutos, por eso, el complemento debe administrarse a 30 o 40 minutos antes del entrenamiento. Para ilustrar mejor el funcionamiento del ß-hidroxi-β-metilbutirato vale la pena saber que la administración de una dosis de 1 g de HMB antes del entrenamiento alcanza la concentración pico al cabo de unos 120 minutos.

 

Sin embargo, hay que tener presente que a primera de las dosis citadas es utilizada por el organismo solo en 70%. Una dosis menor, a su vez, se utiliza en casi 90%, y el resto, es decir 10%, se  elimina en la orina. Los mismos estudios muestran que cuando el estómago está cargado, el potencial del ß-hidroxi-β-metilbutirato es menor.

 

HMB no solo para deportistas

Dado que se ha demostrado que el ß-hidroxi-β-metilbutirato es eficaz a nivel celular, protegiendo las propiedades de las células, es necesario pensar en el uso medicinal de esta sustancia. El HMB puede administrarse cuando la protección de la masa seca del cuerpo influye directamente en la salud y calidad de vida de un paciente. Se trata sobre todo de las personas inmovilizadas de manera permanente, con enfermedades crónicas o en el caso de personas en periodos de una rehabilitación prolongada que termina con una atrofia muscular. Como resulta, la administración del HMB permite inhibir eficazmente la descomposición de las fibras proteicas en los músculos. En otros casos el HMB es también un inhibidor eficaz del ritmo de la pérdida de la condición física en situación de una inactividad física. El HMB puede administrarse en personas hospitalizadas que tienen una enfermedad crónica diagnosticada – en este caso el rendimiento muscular no aumentará, pero tampoco se reducirá a un ritmo rápido.