HORMONA DE ESTRÉS: CORTISOL. MENOS CORTISOL, MENOS GRASA.

Olimp Sport Nutrition
2018-03-20
HORMONA DE ESTRÉS: CORTISOL. MENOS CORTISOL, MENOS GRASA.
El cortisol no deja dormir tranquilos a muchos atletas, porque es una hormona catabólica. Obstaculiza el aumento muscular y de la fuerza. Es el adversario de la testosterona, dado que su exceso provoca la acumulación del tejido adiposo. ¿Cómo se puede bajar el nivel de cortisol?

Cortisoles desiguales

Desde hace décadas se conocen medicamentos que reducen el nivel de cortisol, por eso parece que la inhibición de su producción en el organismo es muy fácil. Sin embargo, en la práctica resulta ser mucho más complicado. El cortisol es la hormona más importante que mantiene la homeostasis – equilibrio vital del organismo. Para este proceso se necesita una hormona sistémica que circula en la sangre y procede de las glándulas suprarrenales. Sin embargo, el cortisol se forma también en el tejido adiposo. Por lo tanto, es responsable de la acumulación de la grasa de reserva. La enzima 11 beta HSD es encargada de realizar la síntesis de cortisol en el tejido adiposo. Se ha observado que en el tejido adiposo de personas obesas la actividad de esta enzima es claramente mayor.

 

En el organismo humano la 11 beta HSD, y más precisamente la 11 beta HSD2, transforma el cortisol en la cortisona que tiene efecto 300 veces menor y prácticamente no tiene actividad endocrina. Gracias a ello, en los riñones no se produce la acumulación del exceso de cortisol, la retención excesiva de agua y sodio ni el aumento de la presión sanguínea. Aparentemente parece que es una reacción beneficiosa también para nuestro cuerpo. Lamentablemente, una cortisona inactiva sale de los riñones a la sangre y llega principalmente al tejido adiposo. Y aquí le espera la segunda forma de la enzima, la 11 beta HSD1, que la transforma de nuevo en un cortisol superactivo. Debido a la actividad de la 11 beta HSD1 se forma más de 2/3 del cortisol producido por el organismo fuera de las glándulas suprarrenales. Éste actúa en el lugar de su formación, es decir, en el tejido adiposo, donde facilita la acumulación de la grasa de reserva y en los tejidos vecinos, p.ej. en el tejido muscular, donde obstaculiza la producción de proteínas. Lo que equivale a la detención del desarrollo muscular.

 

¿Habría que bloquear la hormona de estrés?

Los investigadores bloquearon la 11 beta HSD en el tejido adiposo de las ratas, estos animales demostraban una ingesta compulsiva y comían grandes porciones de calorías, pero casi no ganaban peso ni se ponían enfermos. ¿Será semejante la situación en el caso del hombre? Al limitar la actividad de ambas formas de la enzima – la 11 beta HSD1 y la HSD2 –, en los riñones no se formará la cortisona, mientras que en el tejido adiposo el cortisol. Subirá el nivel de cortisol en los riñones, mientras que bajará en el tejido adiposo (y muscular). La caída del nivel de hormona de estrés produce un aumento muy alto del nivel de andrógenos anabólicos suprarrenales – las hormonas sexuales masculinas semejantes con la testosterona –, especialmente la DHEA. La DHEA facilita la reducción de grasa y el desarrollo del tejido adiposo.

 

El bloqueo de ambas formas de 11 beta HSD en definitiva será positivo para nuestro cuerpo: reducirá el nivel de grasa y crecerán los músculos. La situación puede resultar menos favorable para la presión sanguínea que podrá subir bastante. Por lo tanto, los investigadores están buscando inhibidores selectivos de la 11 beta HSD1 que tengan efecto solo en esta forma de enzima y solo en el tejido adiposo.

 

Inhibidores de la 11 beta HSD

Ya hace algún tiempo se definieron varios inhibidores naturales de la 11 beta HSD, pero eran compuestos que inhibían ambas formas de la enzima. Primero se conoció el ácido glicirretínico presente en el regaliz y la carbenoxolona, un éster sintético de este ácido usado en la medicina como fármaco antiúlcera. Dichos compuestos mejoraban ciertos parámetros de la salud en el síndrome metabólico, pero al mismo tiempo contribuyeron a la hipertensión y no tenían efectos visibles en la reducción del ejido adiposo.

 

Otros inhibores no selectivos se encontraron entre los flavonoides procedentes de las frutas cítricas y el té verde. La naringenina, presente sobre todo en los cítricos, demostraba la actividad más alta. Los complementos con ella conducían a una reducción visible del peso y del nivel de tejido adiposo. Sin embargo, se observaba un pequeño aumento de la presión sanguínea y un aumento muy alto de la DHEA (de dos veces).

 

Ácidos grasos omega 3 en funcionamiento

Los inhbidores selectivos de la 11 beta HSD1 resultaron ser ácidos grasos insaturados de omega 3 presentes sobre todo en los peces. El ácido DHA demostraba una actividad especialmente alta favoreciendo la descomposición de grasa y desaparición de células adiposas. En el año 2004, Ruzickova alimentaba dos grupos de ratones. La primera con una dieta rica en calorías con alto contenido de grasas y menor suministro de ácidos omega 3, y la segunda, con la misma dieta, pero con el alto contenido de dichos ácidos. Los ácidos omega 3 prevenían el desarrollo de la obesidad, dado que limitaban la acumulación de grasa en el tejido adiposo: inhibían el desarrollo y la reproducción de las células adiposas.

 

Las investigaciones de los equipos de: Smith, Thomas, Couet, Thorsdottir, Krebs, Kabir o Alison Hill se refieren a los estudios realizados en personas. Sin embargo, será más interesante el estudio de Noreen de 2010. En ese estudio a dos grupos de voluntarios se les suministraba el aceite de pescado (2400 mg de ácidos omega 3) o el aceite de girasol como placebo durante 6 semanas. En el grupo con aceite de pescado se había observado un aumento visible de los músculos y una reducción clara del peso del tejido adiposo y del nivel de cortisol. Asimismo, se observó que el nivel de cortisol se correlaciona visiblemente con el nivel de grasa total: cuanto menos cortisol haya, menor será el tejido adiposo.

 

La DHEA para quemar grasa

La administración de la hormona DHEA es otra manera para quemar grasa de manera eficaz. Los deportistas más a menudo usan la DHEA para el desarrollo muscular, dado que es semejante a la testosterona. Esta hormona es también perfecta como quemador de grasa. Ya el trabajo de Yen de 1977, en el que los ratones con el peso corporal normal y los con obesidad genética recibían la DHEA. A pesar de tomar la misma cantidad de alimentos como el tercer grupo de control, ambos grupos ganaban peso más lentamente. El mismo investigador les administraba a los voluntarios la DHEA durante un año y observó una reducción visible del nivel de tejido adiposo con el simultáneo aumento muscular.

 

Melatonina y vitamina B6: una buena pareja de quemadores

La melatonina es también un inhibidor fuerte del cortisol. Fischer, en el año 2003, les administraba a los voluntarios 5 mg de melatonina 1 hora antes de irse a dormir. Con esto se pudo reducir el valor máximo diario del nivel de cortisol. La melatonina tiene efectos positivos en el desarrollo y la actividad del tejido adiposo pardo en adultos, el cual no acumula grasa en el abdomen y debajo de la piel, tal como lo hace el tejido adiposo blanco (normal). Cuanto más el tejido adiposo pardo haya, mayor será su actividad metabólica (y de ello cuida la melatonina), más esbelto y atractivo será el cuerpo.

 

La vitamina B6 es a su vez un catalizador de la síntesis de melatonina en el organismo, que extiende e intensifica su actividad. Incluso una pequeña deficiencia de la vitamina B6 dificulta la producción de esta hormona. Su administración en dosis terapéuticas imita ciertos efectos de actividad de la melatonina. La combinación de la melatonina y la vitamina B6 reduce el nivel de prolactina y aumenta el nivel de somatotropina. La prolactina favorece la acumulación del tejido adiposo, mientras que la somatotropina es un quemador de grasa muy fuerte, siendo además una hormona anabólica muy potente para desarrollar la masa muscular.

 

Otras sustancias que reducen el nivel de hormona de estrés

El omega 3, la DHEA y la melatonina (en combinación con la vitamina B6) tienen una cosa en común: todos estos compuestos bloquean el cortisol y un mecanismo importante de este bloqueo es la inhibición de la enzima 11 beta HSD. Existen también otros complementos que, como han demostrado los estudios, reducen el nivel de esta hormona perjudicial para los músculos y responsable de ganar peso. La concentración de a hormona de estrés se puede reducir con: resveratrol, isoflavonas de soja, glutamina, magnesio y fosfatidilserina. En el caso de los primeros tres compuestos se ha demostrado su influencia en la reducción del tejido adiposo.

 

A muchos de nosotros nos importa tener un cuerpo muscular sin grasa. La reducción de la grasa y la musculatura bien definida son posibles gracias a la inhibición del cortisol que se forma en el tejido adiposo debido a la actividad de la 11 beta HSD1. Sin embargo, las glándulas suprarrenales en algunas situaciones producen el cortisol en exceso. Se forma principalmente como respuesta al estrés y por eso se denomina hormona de estrés. Un esfuerzo intensificado (especialmente aeróbico) y una dieta pobre en calorías (especialmente de un suministro reducido de carbohidratos) son dos fuertes factores de estrés. Conducen al aumento de la producción del cortisol. Aplicados conjuntamente en los programas para reducir peso, varias veces aumentan el nivel de cortisol en el organismo.

 

Empezando los ejercicios y la dieta para modelar el cuerpo deberíamos empezar la luchar contra una producción excesiva del cortisol en el organismo. Los profesionales de los deportes de culturismo muchas veces se aplican métodos drásticos. Suelen aplicarse hormonas antagonista al cortisol: testosterona o sus derivados esteroides anabólicos y somatotropina. Usan también otro producto médico que bloquea la síntesis de cortisol en las glándulas suprarrenales y usado en la práctica clínica solo bajo el estricto control médico, es decir, aminoglutetimida. Sin embargo, es como jugar con fuego, dado que un bloqueo excesivo del cortisol (a veces casi completo) puede conllevar efectos muy peligrosos para la salud. El uso de los inhibidores de cortisol citados no es perjudicial para el ser humano y apoya a un entrenamiento eficaz, es decir, a modelar un cuerpo muscular son tejido adiposo.