L-CARNITINA: ACCIÓN, APLICACIÓN Y DOSIFICACIÓN ¡AYUDA A QUEMAR GRASA Y DEFINIR MÚSCULOS!

Olimp Sport Nutrition
2018-03-20
L-CARNITINA: ACCIÓN, APLICACIÓN Y DOSIFICACIÓN ¡AYUDA A QUEMAR GRASA Y DEFINIR MÚSCULOS!
La L-carnitina se conoce sobre todo como quemador de grasa. Sin embargo, hay pocas personas que saben que durante los estudios sobre al papel de la L-carnitina en los procesos vitales, primeramente se descubrió su potencial anabólico como un agente que apoyaba al desarrollo muscular. Por eso, cabe mencionar este aspecto y presentar las actividades anabólicas de la L-carnitina con más detalle.

1. Deficiencias de la L-carnitina

La síntesis de la L-carnitina en el organismo humano es poco eficaz, por lo tanto, este compuesto debe complementarse en la dieta. Nuestro organismo alcanza la plena capacidad de síntesis de L-carnitina al cumplir el primer año de vida, y en los primeros meses de desarrollo de un bebé la leche materna es su fuente principal. Por los tanto, sufren sus deficiencias especialmente bebés prematuros y bebés alimentados con sustitutos. Las deficiencias surgen también debido a:

  • defectos genéticos (deficiencia de proteínas responsables del transporte de la L-carnitina),
  • nutrición inadecuada (p.ej. en vegetarianos),
  • nutrición parenteral o de exclusión en ciertas enfermedades (p.ej. diabetes),
  • procesos de envejecimiento del organismo,
  • diarrea crónica y aplicación de ciertos medicamentos (p.ej. anti acné) y en enfermos sometidos a la diálisis.

 

El organismo de un hombre adulto contiene aprox. 20 g de L-carnitina, de los cuales un 98% se acumula en los músculos. La deficiencia de la L-carnitina conduce a la miopatía, es decir, una enfermedad de los músculos que causa su debilitación y desaparición. La L-carnitina, siendo un agente anabólico, sirve sobre todo para tratar ciertas formas de miopatía y como procedimiento de sustitución en la diálisis. Se recomienda también para apoyar al desarrollo físico de bebés y bebés prematuros, mejorar el uso de proteínas y crecer masa corporal de niños desnutridos. Asimismo, se aplica en la geriatría: inhibe los procesos de debilitación muscular y pérdida de peso derivados de la edad.

 

2. L-carnitina como quemador de grasa

En los estudios en deportistas han confirmado las propiedades de quema grasa de la L-carnitina. Durante unos esfuerzos grandes los músculos esqueléticos y el corazón toman energía que procede principalmente de la quema de grasa. La administración de la L-carnitina a los deportistas debía aumentar su capacidad aeróbica y de ejercicio, así como ahorrar el glucógeno muscular durante un trabajo físico prolongado. Se ha observado que la administración de complementos con L-carnitna aumenta el nivel de gasto energético y, al mismo tiempo, se produce una reducción significante del tejido adiposo, sin que esto dé efectos para la reducción del peso corporal.

 

3. L-carnitina: funcionamiento

La L-carnitina es responsable sobre todo del transporte de los ácidos grasos para los procesos de quema.  También participa en el metabolismo de aminoácidos, así como en la producción de acetilcolina y estabiliza las membranas biológicas (protege las fibras musculares contra su destrucción). Todo esto puede ser importante para los procesos anabólicos, dado que una quema eficaz de ácidos grasos proporciona las mayores porciones del ATP que estimula la síntesis de proteínas. Los ácidos grasos que se acumulan en los tejidos no especializados (tales como el tejido adiposo), al almacenarse, son tóxicos para las células de estos tejidos, lo que, en términos científicos, se denomina la lipotoxicidad. Lo mismo se refiere a las fibras musculares, por lo tanto, la deficiencia de la L-carnitina conduce a la atrofia muscular. La L-carnitina, al unir los ácidos grasos, no solo los introduce luego en los procesos de quema, sino que, mientras tanto, les quita la toxicidad.

 

4. Actividad anabólica de la L-carnitina

La L-carnitina, bien conocida y estudiada como quemador de grasa, es al mismo tiempo un anabólico muy eficaz. Es responsable de una absorción intensificada de proteínas y su acumulación en los tejidos. La actividad anabólica de la L-carnitina viene confirmada sobre todo por los resultados obtenidos en los estudios recientes llevados a cabo con participación de atletas que hacen entrenamientos de fuerza.

 

Por ejemplo, en los estudios relativos a la influencia de la administración de complementos con L-carnitina en la mejora de los parámetros de fuerza medidos en las pruebas de velocidad (Jacobs, 2010) a los hombres que hacían entrenamientos de fuerza se les administraban distintas dosis de L-carnitina o celulosa como placebo. Resultó que los mejores resultados en la mejora de la potencia pico y la fuerza media de los músculos, en comparación con el grupo de placebo, daba la menor dosis de la L-carnitina – 1,5 g, mientras que las dosis de 3,0 y 4,5 g eran completamente ineficaces.

 

En otro estudio (Stephens, 2013), a los atletas de entrenamiento recreativo se les administraban dos veces al día: 80 g de carbohidratos o 80 g de carbohidratos más 2 g de L-carnitina. Una vez terminado el experimento de 12 semanas resultó que los atletas del grupo de carbohidratos habían ganado 1,8 kg de grasa, como media, y habían perdido 200 g de la masa corporal sin grasa, es decir, sobre todo el tejido muscular. Mientas tanto, en el grupo de carbohidratos con carnitina el peso de grasa no había cambiado y la masa muscular había aumentado en 400 gramos, como media.

 

Se demostró la influencia positiva de la L-carnitina en el aumento de masa muscular también en un estudio en el que participaron voluntarios de... cien años de edad (Malaguarner, 2007). Los ancianos fueron divididos en dos grupos, a uno se les administraba la L-carnitina cada día, y al otro, el placebo. Después de seis meses de administración de complementos resultó que en el grupo de placebo se había producido un aumento de la masa corporal con y sin grasa, mientras que en el grupo de L-carnitina la masa grasa había bajado y la muscular aumentado.

 

5. L-carnitina y hormonas anabólicas y catabólicas

Testosterona

La testosterona estimula la producción de la L-carnitina. La administración de la testosterona conduce al aumento del nivel de L-carnitina de manera lineal, es decir, cuanto mayor sea la dosis de testosterona, tanto mayor será el nivel de L-carnitina. Dicha relación es mutua: la administración de la L-carnitina conduce también al aumento del nivel de testosterona.

 

En uno de los estudios con la participación de atletas que hacían entrenamientos de fuerza (Kraemer, 2006), a los deportistas que entrenaban de manera recreativa se les administraban 2 g de L-carnitina o placebo. Al cabo de tres semanas de la administración de complementos, en comparación con el grupo de placebo, el nivel de testosterona en el grupo de carnitina era mayor, tanto antes del entrenamiento como después del mismo, mientras que el nivel de cortisol era menor. Resultó que los músculos de los atletas del grupo de carnitina, en comparación con el grupo de placebo, contenían aproximadamente un 25% más de receptores androgénicos cuyo nivel aumentaba en otro 25% después del entrenamiento. Esto es importante para los atletas, entre más proteínas haya de este tipo en los músculos, mayor será el desarrollo y tamaño de los mismos.

 

Cabe mencionar uno de los estudios más interesantes relativos a la relación entre la L-carnitina y la testosterona (Cavallini, 2004) en el que participaban hombres mayores (edad media: 66 años). Se dividieron en 3 grupos. Cada día durante 6 meses el primero recibía almidón como placebo, el segundo testosterona y el tercero L-carnitina. La administración del placebo resultó obviamente ineficaz, mientras que la testosterona como la L-carnitina habían mejorado significativamente las funciones sexuales, estado de ánimo y resistencia de los mayores, siendo la L-carnitina la más eficaz para los parámetros de la erección.

 

Cortisol

En consecuencia de los estudios relativos a la relación entre la L-carnitina y el cortisol (Alesci y Manoli, 2004) ha resultado que la L-carnitina por un lado bloquea la unión de los derivados del cortisol con sus receptores y, por el otro, la misma une dichos receptores. El efecto de unión depende del tejido. En las células del sistema inmunológico, la L-carnitina funciona tal como el cortisol. Mientras que en las células de los huesos, la carnitina, a diferencia del cortisol que reduce la masa ósea, contribuye al aumento de la masa muscular y ósea. Por lo tanto, se puede decir que la L-carnitina reduce la actividad catabólica del cortisol.

 

IGF-1

La L-carnitina contribuye al desarrollo y crecimiento muscular debido al hecho de que, entre otros, estimula la síntesis de la hormona de tejido anabólica más fuerte – factor de crecimiento insulinoide de tipo 1 (IGF-1). De los estudios (Keller, 2011 y 2013) también muestran que, al mismo tiempo, la carnitina inhibe las actividades catabólicas responsables de la degradación muscular.

 

Otras hormonas

La L-carnitina aumenta el nivel de una hormona anabólica fuerte – óxido nítrico –, y al mismo tiempo, reduce el nivel de hormonas catabólicas de tejidos: IL-1 beta y TNF alfa. De ahí se supone que la carnitina bloquea la producción e inhibe la actividad de la miostatina, una proteína responsable de la inhibición del desarrollo muscular en el organismo.

 

6. L-carnitina: dosificación

Todo esto demuestra que para que los músculos crezcan a un ritmo adecuado deberán estar bien saturados con la L-carnitina y creatina. El único problema es que la capacidad de los músculos para almacenar la L-carnitina es probablemente mayor que la de la creatina, y la primera de las sustancias es aproximadamente 3 veces más costosa. Más a menudo se supone que para la saturación muscular, en el caso de una administración continua de complementos, 4 o 5 gramos de creatina en porciones diarias es suficiente. Mientras tanto, la L-carnitina satura los músculos completamente durante 4 semanas de su administración en una dosis de 100 mg/ kg de peso corporal. En el caso de un deportista medio esto equivale a p.ej. 8 cápsulas de Olimp L-Carnitine 1500 Extreme cada día. Sin embargo, por otro lado, una dosis menor también satura el tejido muscular por completo, pero a largo plazo. Por lo tanto, lo más prudente para el desarrollo correcto de la musculatura en los atletas que hacen entrenamientos de fuerza parece una administración continua de la creatina y L-carnitina en dos dosis: 4 y 2 gramos al día (p.ej. 4 caps. Creatine Magna Power plus 2 caps. L-Carnitine 1500 Extreme).